Semana Santa Catolica en Guatemala
La Semana Santa tiene una historia de más de veinte siglos. Ha vencido los cismas, las guerras y otras tribulaciones. Se basa en el propio fundador y fundamento del cristianismo, Cristo, siendo inocente, para librar al hombre del pecado acepta cargar con los pecados de todos los hombres, y recibir el castigo que esos pecados merecen.
Las procesiones de Semana Santa son inconfundibles porque las anima un espíritu particular: el de la penitencia. Eso no cambia. Penitentes son quienes hacen la procesión, al llevar en sus hombros el paso a cuestas, pese lo que pese.
El silencio es uno de los caracteres distintivos de la Semana Santa: ni oraciones ni cánticos; tan sólo pública exhibición de la condición de penitentes y en muchos lugares todavía, algunos casos durísimos actos de penitencia: andar descalzo, hacer toda la procesión de rodillas o andar arrastrando grilletes y cadenas en los pies.
Andas, alfombras, música, imaginería y hasta la construcción iconográfica y religiosa de la cultura maya y española parecen encontrarse nuevamente después de siglos en un episodio ritual, que llamamos Semana Santa en Guatemala.